La final de SV21 ha estado marcada por el escándalo y por las acusaciones de tongo. Ayer, en el debate final de SV quedó claro el descontento del resto de finalistas que volvieron a recordar que hubo irregularidades en las votaciones. No se entiende que al ser líneas telefónicas distintas se bloquean, en mayor medida, las líneas con menos tráfico y no las de Olga, que según los datos y los porcentajes aportados por el programa llegaron a cuadriplicar, por ejemplo, a las llamadas de Tom. Si las líneas telefónicas de los rivales finales de Olga tuvieron muchas menos llamadas ¿Como es que fueron esas líneas las que más se bloquearon?. Ayer estas interrogantes quedaron sin respuesta, quizás porque no la habia al igual que tampoco se llegó a concretar el presunto papel de un presunto notario del que solo sabemos que no sabemos nada. Es más en todo momento se habló de una empresa privada la que gestiona los votos, solo después de muchas protestas y acusaciones aparece ayer la figura del notario ¿Que notario ha controlado los votos? ¿Por qué no sabemos su identidad y número de colegiado?. A pesar de eso y quizás por todo eso ya que a Telecinco le interesa la polémica y el enfrentamiento, deciden volver a contar con Olga Moreno en un especial para dar respuesta y para, todo hay que decirlo, seguir alimentando el conflicto entre Rocío Carrasco y la actual familia de su ex. Un especial que no tiene como objetivo el de aclarar dudas ni para que Olga responda a Rocío Carrasco, no… el objetivo final es seguir echando más leña al fuego, relanzar la audiencia de la cadena y de paso, dar un impulso a la audiencia de la sección de Rocío Carrasco en SÁLVAME. Todo este conjunto de maniobras de telecinco tiene un precio y el precio por sentar a Olga en el especial del miércoles es de ni más ni menos que 60.000 euros.
