La camarera del programa presentado por Carlos Sobera jugaba como portera y se planteó irse a Estados Unidos, pero todo acabó por una lesión de clavícula.
Laura Boado se ha abierto hueco en televisión gracias a su paso por La isla de las tentaciones. La gallega llegó a República Dominicana inmersa en una relación con Alejandro, pero a orillas del mar Caribe se dejó llevar con un joven llamado Saúl que la condujo directa a la ruptura sentimental. Tras el programa, la modelo dio el salto y se hizo con un puesto fijo como camarera en First Dates, un terreno totalmente de alejado del sector en el que trabajó durante su juventud. Y es que Laura, durante muchos años, fue futbolista
Boado comenzó a jugar al fútbol con tan solo siete años y no lo tuvo nada fácil: “Por aquel entonces era un deporte muy masculino. En las ciudades pequeñas no había equipos femeninos, así que con siete años tuve que meterme a jugar en un equipo de chicos hasta los catorce, que pasas a cadete, y ya no pude seguir con ellos”, ha confesado en una entrevista para El Mundo.
Jugaba de portera en el Victoria Club de Fútbol de A Coruña hasta que a los 14 la ficharon para un equipo de fútbol femenino recién creado: el CD Conxo Santiago. “Allí jugaba los sábados al fútbol sala y los domingos al fútbol, siempre de portera”, recuerda.
Incluso se planteó mudarse a Estados Unidos para tratar de construir una carrera en el fútbol profesional viendo la proyección que tenía, pero necesitaba una beca que no tenía. Tiempo después Laura dejó el fútbol por una lesión de clavícula: “Coincidí con compañeras que acabaron en el Deportivo. Me arrepiento de haberlo dejado, pero cuando fuerzo me duele. Ahora juego al pádel”, explicó la joven, en esta ocasión para La Voz de Galicia.
Además, Laura también ha estado vinculada al fútbol con el terreno sentimental, pues mantuvo una relación durante tres años con el futbolista Rayco Rodríguez, actualmente en la SD Amorebieta. Ambos habrían terminado cuando la gallega participó en el certamen de Miss España en el que conoció a Alejandro.
