'Cazan' a Kiko Rivera con unos mensajes a su amante poniéndole los 'cuernos a su mujer Irene
Bombazo en la crónica rosa cocinada por Ni que fuéramos shhh. El programa de Quickie ha sacado a la luz una supuesta infidelidad protagonizada por Kiko Rivera a su mujer y madre de sus dos hijos, Irene Rosales. Una deslealtad sentimental que se produjo el pasado 20 de septiembre en un hotel de Monzón, municipio de Huesca, en el que se hospedó tras una de sus actuaciones.
La presunta amante, bajo la identidad de Tamara, es una camarera que ya mantenía una estrecha amistad con el artista desde hace una década. Tras la actuación, ella se acercó al backstage donde se encontraba el hijo de Isabel Pantoja para enseñarle una imagen de ambos en la fiesta que se conocieron, allá por 2013. El DJ la reconoció y la invitó a su camerino para charlar un rato y recordar viejos tiempos, como los encuentros sexuales que tuvieron durante su romance.
“A Kiko lo conocía de hace más de 10 años, en 2013. Me escribió por Instagram que hacía una fiesta en su casa y que si queríamos ir una amiga y yo. Ahí tuvimos varios encuentros sexuales. Fueron en distintas épocas, cuando el bajaba a Madrid o cuando quería hacer alguna cosa, me escribía y quedábamos. Él de primeras me preguntó si habíamos mantenido relaciones sexuales en el pasado porque de la cantidad de mujeres con las que ha estado ni se acuerda”.
Los mensajes que avalan la infidelidad de Kiko Rivera
Después del reencuentro en el camerino, Kiko le pidió su teléfono para tener una cita con ella. “Sacó su teléfono, me pidió el mío y me dijo que ahora me escribía”. Pasadas las cuatro de la madrugada, el DJ escribió a la camarera para que la propusiese un plan nocturno. “Oye, ¿algún plan? Que aquí no conozco a nadie. Agradezco un poco de compañía, aunque entiendo que tengas que estar con tu gente. No te preocupes”, recoge uno de los mensajes de WhatsApp revelados por ella en el programa. “Lo que tú quieras. Yo un rato puedo estar, que necesito descansar, que mañana trabajo”, le respondió. “Estoy en el hotel de Monzón, estoy aquí ya”.
Tamara le hizo caso y acudió a la habitación de Kiko Rivera a las 4:47 horas, tal y como recoge la imagen que capturó antes de entrar. Ella cuenta que empezaron a tontear para después meterse en el jacuzzi, lugar en el que mantuvieron relaciones sexuales. Una cita que duró unas dos horas porque ambos tenían planes, aunque el DJ la invitó a que se quedara a dormir. Por el momento, el hijo de la tonadillera no se ha pronunciado al respecto de esta infidelidad a su mujer, con la que inició una bonita historia de amor en 2014 tras su ruptura con Jessica Bueno.