Kiko Hernández, ingresado de urgencia tras un día y medio de huelga de hambre
Kiko Hernández ha sido ingresado de urgencia en el hospital de Melilla tras más de un día de huelga de hambre y sed, lo que ha encendido todas las alarmas sobre su estado de salud.
La preocupación se centra en una posible deshidratación severa derivada de estar muchas horas sin comer ni beber encadenado a la puerta de su local precintado.
Qué ha pasado
Kiko viajó a Melilla para sumarse a la protesta de su marido, Fran Antón, contra el cierre del local que ambos regentan, y decidió encadenarse y declararse en huelga de hambre y sed.
Tras aproximadamente día y medio o dos días sin ingerir líquidos ni alimentos, sufrió una caída y tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital.
Estado de salud y diagnóstico
Personas del entorno que son personal sanitario apuntan a que Kiko presenta un cuadro compatible con deshidratación severa, lo que ha obligado a administrarle suero y mantenerlo en observación.
Además de la deshidratación, los médicos le están haciendo pruebas (como placas) para descartar lesiones derivadas de la caída, especialmente en el brazo.
Riesgos de la huelga prolongada de hambre y sed
Un médico consultado por los programas de televisión que siguen el caso ha advertido de que mantener una protesta sin beber puede ser potencialmente mortal en pocos días, dependiendo del estado físico previo.
Los profesionales de salud insisten en la importancia de hidratarse porque la combinación de ayuno, falta de líquidos y estrés físico incrementa mucho el riesgo de complicaciones graves.
Situación de Fran Antón, marido de Kiko
Fran Antón continúa con la protesta, también en huelga de hambre, y durante las últimas horas ha tenido que ser atendido en plena calle por deshidratación e hipoglucemia, recibiendo suero y recomendaciones médicas de hidratación abundante.
Esto aumenta aún más la inquietud en torno a la pareja, ya que ambos están sometidos a una situación límite desde hace varios días.
En este momento, las informaciones coinciden en que Kiko Hernández permanece hospitalizado en Melilla estabilizándose de la deshidratación y bajo vigilancia médica.
La protesta por el cierre del local sigue siendo el trasfondo del conflicto, mientras familiares, amigos y colaboradores televisivos piden que prioricen su salud y abandonen la huelga de hambre y sed.
