Llovía en Guadalix de la Sierra y las gotas salpicaban fríamente los domicilios individuales de los concursantes, por muy lejos que estuvieran de la casa de Gran Hermano: VIP. Cada gesto que la cámara captaba en cada uno de los integrantes del reality era motivo de debate; por ello, cuando Luitingo y Jessica Bueno comenzaron a acercarse más y más a nadie le extrañó el terremoto: Pablo Marqués, pareja de bueno desde antes de iniciar la edición y hasta bien entrada la misma, anunció su ruptura con ella.
Desde entonces cada uno ha tomado diferentes caminos. Ella apostó en serio por su relación con Luitingo y él, dos semanas después de que ambos pusieran punto y final, ha vuelto a abrazar la ilusión sentimental con otra mujer. Tal y como ha recogido Semana, se llama Sandra, es modelo y vive en Estados Unidos. Ninguno de los dos ha tardado demasiado en olvidarse y, lejos de cualquier luto, han hecho real aquello de que un clavo saca otro clavo.
Jessica Bueno y Luitingo, la otra cara de la moneda
Ella, por su parte, habría comentado a Marqués que “no había terceras personas” en los motivos de aquella ruptura, sino “confusión y caos mental”. Más allá de las palabras, la cercanía entre ambos previa a que diesen a entender la relación que parecen tener ha hecho saltar todas las alarmas: al terminar el reality ambos pasaron más de una noche en un hotel y pusieron rumbo a Andalucía para pasar juntos las Navidades en la Sevilla natal de ambos.
Todavía no han confirmado nada. Pero cada vez hay menos dudas. “Estar al lado de una persona así es volar directamente. Estamos sin parar, disfrutando con las familias y amigos todo lo que podemos. Intentamos atender y leer todo, pero os juro que es imposible. Nada más tengamos algo de tiempo libre, avisaremos para hacer un directo Jessica Bueno y yo juntos, por Instagram y TikTok”, dijo el cantante hace escasos días, alargando una intriga que muchos despejan con la misma claridad con la que interpretan el beso entre Marqués y Sandra en la puerta de ese hotel madrileño.
Según ha podido saber la citada revista, ambos han pasado unos días en la capital de España que no pasaron desapercibidos ante los fotógrafos del corazón: les cazaron en la puerta del hotel en la que ella se hospedaba, fundiéndose en un beso que disipaba dudas y alejaba el fantasma de las “mentiras y ocultamientos” a los que, decía él, se había entregado la modelo y expareja de Jota Peleteiro.
