Violeta Mangriñan rechaza participar en la próxima edición de 'Supervivientes All Stars' por este motivo...
Comenzó su andadura televisiva en 'Mujeres y hombres y viceversa', primero como pretendienta y más tarde como tronista, convirtiéndose así en un rostro habitual en la pantalla. Este fue solo el primer paso de una carrera que despegó en Telecinco y que alcanzó un punto culminante cuando participó en 'Supervivientes 2019'.
Aquel año compartió experiencia con personalidades de la talla de Isabel Pantoja, Chelo García Cortés o Carlos Lozano. Pero más allá del espectáculo, el programa le deparó una sorpresa aún mayor: conocer a Fabio Colloricchio, con quien inició una relación en pleno concurso. La historia de amor surgió a pesar de que entró al reality en una relación con Julen, a quien había conocido en el mismo 'dating show' que la lanzó a la fama. Con el tiempo, Fabio se convirtió en el padre de sus dos hijas.
Después de varios años participando activamente en programas de Telecinco, Violeta Mangriñán decidió tomar distancia del mundo televisivo para enfocarse en su carrera como 'influencer'. Hoy, su perfil en Instagram supera los 2,4 millones de seguidores, consolidándola como una de las creadoras de contenido más influyentes del país.
Pero el paso por Supervivientes no fue fácil ni gratuito, y así lo ha contado en una entrevista para el pódcast de 'Ac2ality'. Según explicó, las condiciones extremas del concurso le dejaron consecuencias físicas duraderas. "No bebes agua en condiciones durante tres meses. Te ponen un bidón siete u ocho litros al día, pero a la hora está caliente. Bebes agua caliente durante tres meses", relató. Esta situación la dejó "totalmente deshidratada" y provocó problemas graves en su salud, como "la vesícula destruida con cuatro piedras".
Además del desgaste físico, la parte económica tampoco fue, según ella, un gran aliciente. A diferencia de otras figuras del programa, Violeta reveló que su caché fue considerablemente más bajo. "Cobraba 2.500 euros por semana", de los cuales el 20% iba para su representante. "Unos 600 euros en total", comentó. "Quitando los impuestos se me quedaban 1.000 euros a la semana para estar en 'Supervivientes' sin comer y sin beber". Por estos motivos rechaza por completo la oferta de volver a honduras. "No volvería a repetir la experiencia ni por diez veces por el caché que tenía en su día", sentenció.