Adara Molinero, en urgencias con quemaduras de segundo grado por una negligencia médica.
Dicho rápido y pronto, Adara Molinero fue a eliminarse unas manchas y terminó con las piernas rojas como un tomate. Quien resultase ganadora de Gran Hermano VIP 7 ha revelado a través de Instagram la dolorosa anécdota que ha vivido en una clínica y que he terminado con ella misma tomando medidas legales.
Todo empezó como suelen empezar las historias más escalofriantes: con un silencio demasiado largo. En este caso, Molinero había permanecido demasiado tiempo —para quien se dedica a ello— callada en redes sociales. Esta mañana lo ha roto. “No había subido nada todavía porque he estado en shock”, iniciaba, aportando el inicio del fatídico relato: “Ayer fui a que me quitaran las manchas de la piel de Supervivientes”.
“Me hicieron tres tipos de láser sabiendo que mi piel era delicada. Como él es un dermatólogo pensé que era normal lo que me estaba haciendo”, confió, erróneamente: “Al acabar los tres láser, me empezó a arder la piel como si me hubieran puesto una plancha encima. Me trataron en todo momento como si fuera una exagerada y me ponían aire frío, cosa que me daba más dolor todavía”. Aunque le insistieron en que aquello era normal, ella decidió ir a urgencias porque sentía sus piernas, que parecían las pinzas de un cangrejo, como la jaula de un brasero de picón.
Luego compartía una imagen desde el centro de salud. “Aquí me estaban curando. Poniéndome gasas con crema. Me pusieron una vía y me tuvieron que poner medicación. Tuve que salir de la clínica sin pantalones, en braguitas, porque no me podía tocar nada las heridas”, explicaba, adjuntando los resultados de las pruebas que se había realizado: “Me hicieron quemaduras de segundo grado, según el informe que me hicieron en urgencias”.
Tras esto, difundía una imagen tumbada y con las piernas vendadas. “No sabéis la noche que he pasado. Estoy a base de enantyums. Me han tenido que vendar todas las piernas y tengo que volver dos días más al hospital para que me sigan haciendo curas”, explicaba, lanzando al aire una pregunta retórica cargada de intención: “¿Cómo es posible que un dermatólogo te haga esto?”.
La gravedad del asunto, dice, es mucho mayor de lo que puede parecer. “Me han destrozado toda la piel. Me dicen que se me va a quedar llena de marcas. Os juro que no puedo creerlo. No sabéis lo que he llorado”, implosionaba en rabia. Luego, compartía el consejo que un seguidor le daba. “Yo tomaría medidas legales para que no le volviera a pasar a nadie”, decía el usuario, a lo que ella añadía: “Estoy en ello”. Lejos de finalizar, el asunto de las heridas en la piel de Adara Molinero, así como la consecuente batalla judicial, parece que no ha hecho más que empezar.
