Aseguran que David, novio y futuro padre del hijo de Anabel Pantoja, le habría sido infiel
Desde que Anabel Pantoja anunciara que estaba embarazada de su primer hijo brilla un poco más el Sol en su ventana y suena diferente el río: se encuentra feliz, atravesando una etapa “que quería y merecía”, pero lamenta las críticas que día tras día caen sobre su persona; duelen más las que proceden de compañeros de televisión, provocando que esa luz que se cuela en su vida sea algo más tenue. “Creo que la libertad de expresión es maravillosa y la aplaudo, pero dentro de un respeto y unos límites. No sabéis hasta qué punto podéis tocar el alma y la cabeza con una sola frase dañina”, ha dicho recientemente, alterada por el ecosistema mediático que gira en torno a ella y que ahora golpea de manera más dolorosa.
La sobrina de Isabel Pantoja se ha convertido en uno de los ejes en torno al que ha girado la última emisión de Ni que fuéramos shhh, amén de una exclusiva que Lydia Lozano ha dado, aclarando, desde el primer momento, que se trata de una bache superado, pero cuya salida a la luz no está exenta de daño. “Me da un poco de palo”, comenzaba la periodista, justo antes de revelar que David Rodríguez, padre y pareja de Anabel, habría cometido una infidelidad.
Primero da la exclusiva y, después, ahonda en detalles. “La noticia era que David, novio y futuro padre del hijo de Anabel, le había sido infiel”, pronuncia, asegurando que esta información estuvo a punto de salir en un formato de Telecinco si una llamada no lo hubiese impedido: “Mi informador me cuenta que la noticia se para porque llaman a la cadena de enfrente, a Fiesta, y dicen que no se puede hablar más del tema”.
“Una amiga lo graba todo”
El motivo por el que no se sacó a la luz es doble y rezuma sentido. A parte de que “David es anónimo”, la colaboradora del programa de Ten adelanta que “está judicializado el tema” porque “una chica le está extorsionando”. La infidelidad tuvo lugar, dice, en Canarias, cuando David, presuntamente, “se enrolla con una chica” mientras Anabel se encontraba en Estados Unidos cubriendo un evento para TardeAR. Ahí, justo cuando comenzó la infidelidad, inició también la supuesta extorsión: “Una amiga lo graba todo, y esa amiga de esa chica le dice a David: ‘oye, lo voy a contar todo y tengo pruebas, pero me callo si me das dinero’”.
La comunicadora insiste en que “Anabel es consciente de que hay pruebas” y sabe de la existencia de fotografías. Y hasta ahí puede y quiere contar. “Ya está, ¿de acuerdo?”, sentencia, no sin antes deslizar que faltan muchos detalles por descubrir, que ella no quería “meter el dedo en la llaga” y que, únicamente, estaba contando “una noticia de un perdón”.
